Había una vez un castillo rodeado por una muralla de enredaras gigantescas y llenas de enormes espinas, este lugar estaba custodiado por un majestuoso y temido dragón. Entre los aventureros que habían intentado adentrarse en el castillo y habían sobrevivido a sus múltiples y mortales trampas, corría el rumor de que una bella doncella y la promesa de una gran fortuna esperaba en el interior del castillo. Este rumor se extendió por todo el reino rápidamente. En los meses siguientes muchos caballeros, aventureros y diestros magos llegaron a las cercanías del castillo; pero a pesar de tantos esfuerzos nadie pudo entrar al castillo. Intentaron de todo, quemar las enredaderas fue uno de sus intentos, pero esto no funcionó, las enredaderas se regeneraban a una velocidad alarmante. Entonces intentaron con catapultas cruzar la muralla de enredaderas, pero esto tampoco dio resultado ya que las enredaderas se extendían, atrapaban y estrujaban de una manera atroz a la persona lanzada, tan atroz era que podías ver como la sangre emanaba de los cuerpos mutilados. También trataron excavar un túnel bajo tierra, lo cual resulto de la misma manera que si los lanzaran, un baño de sangre.
Entre los hombres del reino se rumoreaba que solo alguien de corazón puro y valiente podría cruzar a salvo esa muralla de enredaderas letales y así acceder al castillo, pero aun así había otro problema. Debería enfrentarse al temible dragón solo, sin ayuda de nadie. Claramente rescatar a la bella doncella y obtener la lujosa fortuna no sería algo fácil.
Pasó un año entero y nadie pudo cruzar esa muralla de enredaderas y espinas. La mayoría de personas había desistido y ya nadie estaba interesado a correr el riesgo de morir para poder obtener el preciado tesoro y rescatar a la doncella.
El primer día de primavera apareció un joven valeroso frente a tan temida muralla, iba cabalgando en su corcel. El joven se bajó de su corcel, traía una armadura que viéndola cuidadosamente cualquiera podría decir que no era la mejor del reino, cualquiera habría dicho que moriría. Pero él estaba seguro de si mismo.
Se aproximó a la muralla y pasó lo inesperado, la muralla se abrió ante él, él sorprendido y con cautela ingresó a través de ella. Estaba dentro, era la primer persona en poder traspasar la muralla, era algo inaudito. Lo que vio dentro de la muralla fue aun más sorprendente, todo estaba lleno de flores, era un paisaje muy hermoso, nadie hubiera esperado que dentro de esta muralla existiera un lugar tan hermoso. El caballero camino con mucho cuidado por este sendero rodeado de flores. Entonces divisó al temible dragón del cual todo el mundo hablaba en las historias de este castillo, el dragón se encontraba durmiendo, el caballero decidió no molestarlo y pasar lo mas sigilosamente posible, pero le fue imposible porque de pronto piso una rama seca.
El dragón abrió un ojo de forma abrupta, se irguió y se mostró imponente ante el caballero. El caballero tragó profundo y se maldijo a sí mismo por no haber tenido mas cuidado. Entonces se puso en posición para luchar. El dragón le habló:
"¿Quién osa irrumpir en mi morada?"-Misteriosamente estas palabras resonaban en la cabeza del valeroso caballero de armadura.
"Me llamo David Rumenzco caballero la legión de los escuderos de plata, hijo de Carlos Rumenzco Duque de Ludiz y Marta Hortenz de Rumenzco Duquesa de Ludiz y he venido a liberar a la doncella de tus sucias garras"-Le dijo el valeroso caballero de armadura al temible dragón tratando de mantener su postura ante semejante bestia.
"Tendrás que matarme para cumplir tu cometido"-Dijo el temible dragón rugiendo y a continuación lanzó una llamarada de fuego desde lo profundo de sus fauces.
El valeroso caballero reaccionó lo más rápido que pudo ante tal ataqué, se defendió con su escudo encantado con un hechizo helado para contrarrestar tales ataques. El dragón se sorprendió al ver que el valeroso caballero seguía en pie luego de su ataque. Entonces decidió atacar de nuevo esta vez con un fuego azul mucho mas caliente que el anterior.
El valeroso caballero esquivó por poco este ataque, su brazo izquierdo fue dañado, este ataque era distinto al anterior las llamas se movían hacia el como si tuvieran vida propia, lo seguían de cerca. Pudo neutralizarlo, pero no salió ileso, entonces dándose cuenta de que sino se concentraba estaría muerto en poco tiempo, decidió usar su entorno y esconderse tras una enorme roca en el jardín.
"¡Qué acaso es eso todo lo que tienes!"-Dijo el valeroso caballero escondido tras la roca, estaba vendando su herida y aplicando una poción anti quemaduras. Esto solo disminuyó un poco el dolor.
"Ya veras todo lo que tengo, solo cenizas quedarán de ti"-El dragón extendió sus alas y voló, creo un torbellino con el batir de sus alas y a este le añadió su poderoso aliento de fuego.
El valeroso caballero por su parte lanzó una bomba de humo que cubrió todo el lugar, se escabulló a través de ella y luego lanzo una bomba segadora de luz, esto dejó al dragón sin visibilidad por unos segundos, el dragón arrasó a diestra y siniestra con su poderoso ataque, cubrió todo el paramo con su fulguroso fuego. El valeroso caballero aprovecho este momento y sacó un arco que llevaba en su espalda, lanzó varias flechas congelantes hacia el dragón, viarias dieron en su cuello, pero como su piel era muy gruesa solo logró congelar sus alas y hacerlo caer. El dragón cayó estrepitosamente al suelo, un sonido estremecedor salió del dragón, una ira sin precedentes se originó dentro del dragón.
Lastimosamente su ojo izquierdo fue dañado por una de las flechas, tardaría unos segundos en recuperarse, pero no los suficientes para accionar contra el valeroso caballero. El valeroso caballero aprovecho esta apertura y atacó al cuello del dragón con su espada luminiscente que cortaba hasta el metal mas fuerte que pudiera existir en el mundo. Cortó el cuello del dragón con un corte limpió, el dragón no tuvo tiempo de reaccionar. Era su fin, se sentía humillado al haber sido vencido por un simple humano.
El valeroso caballero se alejo del cuerpo del dragón. Pero claro, el temible dragón no lo dejaría ir tan fácilmente, con sus ultimas fuerzas hizo estallar su núcleo, lo cual provocó una explosión de proporciones épicas. El valeroso caballero no tuvo el tiempo suficiente para reaccionar y salió expulsado por el impacto de dicha explosión, lo cual le rompió varias costillas y una pierna. Pero milagrosamente aún seguía vivo. Así a duras penas entró al castillo, subió las escaleras hasta llegar al cuarto de la bella doncella, la cual se encontraba en un profundo sueño. Era tan hermosa, las palabras no bastaban para describir su belleza, labios rosáceos, cabello negro azabache, una tez pulcra y terciopelada. Había escuchado que se necesitaba un beso del amor verdadero para poder despertarla de su profundo sueño. No creía que pudiera dar resultado, que ella despertara con un beso, ya que no se conocían. Entonces recordó algo que su madre solía decirle de niño, "Las almas gemelas no necesitan conocerse para que sientan amor verdadero, simplemente lo sientes cuando ves a esa persona ante ti, sientes una paz abrumadora, solo tranquilidad como si no existiera nadie mas que ustedes dos, ahí sabrás que has encontrado a tu alma gemela". Él se sentía de esa manera ante la doncella, así que sin dudarlo más, la besó cuidadosamente. Un viento mágico entró por la ventana y los rodeo. Él se apartó apresuradamente, la doncella abrió sus ojos lentamente. Luego todo el castillo fue cubierto por este viento, la muralla desapareció, el dragón lo hizo también, las heridas del caballero también desaparecieron. Todo el lugar parecía como si hubiera despertado de un profundo sueño como lo hizo la doncella.